jueves, 30 de octubre de 2014

La Canción Compañera


"La canción es la amiga que me arropa y después me desabriga; la más clara y oscura, la mas verde y madura, la más íntima, la más indiscreta". Creo que Silvio Rodríguez no pudo describir mejor todo lo que una simple canción puede representar en la vida de un tipo cualquiera.

Bueno, hay una diferencia sustancial en la perspectiva desde la cual Silvio siente la letra, ya que la canción iba dedicada, valga la redundancia, a sus propias canciones, a las composiciones que lo acompañaron en su recorrido y lo convirtieron en quien es, al margen de si ello le trajo la pena o la gloria, alegrías o tristezas, simpatías o antipatías. Y claro, la otra importante diferencia radica en que Silvio no es un tipo cualquiera. Pero dejando de lado esos detalles insignificantes (?), creo que la idea se entiende. 

No sé si sea algo común o en realidad gozo de una muy buena memoria para los recuerdos relacionados a vivencias personales. Una brisa, un aroma, un sonido, un anuncio publicitario, una imagen, cualquier cosa que se me cruce relacionada a una época específica que haya vivido, me trae los más nítidos recuerdos... Aunque nunca tan vívidos como los que me traen las canciones. Ellas sí son capaces de resucitar y volver a hacer sentir en carne propia los sentimientos más sublimes y los más desgarradores. Las melodías y las letras se impregnan en lo más profundo dejando huellas indelebles, diría que casi insuperables por las regresiones hermosas o dolorosas que traen. 

Tu infancia, tu primer beso, tus frustraciones, tus sueños, tu primer amor, el día más feliz de tu vida, la muerte de tus padres, la etapa universitaria, tu boda... Estoy convencido de que todos esos pasajes tienen por lo menos una canción que los identifique y los traiga de vuelta. A su vez las canciones, además de recordarte quién eres y quién fuiste, también logran definirte, también pueden ser capaces de construirte y darte una identidad. Y esta es una dualidad que, creo, pocas cosas comparten en esta vida.

Por eso este primer post no podía ir dedicado a cualquier otra, por eso tenía que ir dedicado a la canción, a la confidente, a la compañera, a esa fiel testigo de tus aventuras y desventuras. Porque la canción es la amiga...

Silvio Rodríguez - Compañera


La canción es la amiga
que me arropa
y después me desabriga;
la más clara y obscura,
la más verde y madura,
la más íntima
la más indiscreta.
La canción me da todo,
aunqe no me respeta:
se me entrega feliz
cuando me viola.
La canción es la ola
que me eleva y me hunde,
que me fragua
lo mismo que me funde.
La canción compañera,
virginal y ramera, la canción.

Comenzamos un día
en los tiempos
de siempre y todavía;
comenzamos felices
a juntar cicatrices,
como buenas señales de los años,
y, peldaño a peldaño,
levantamos paisaje
sin excusa, sin ruego
y sin ultraje.
¿Quién se atreve a decirme
que debo arrepentirme de la esperma quemante
que me trajo?
Porque sangra de abajo
yo no vendo ni rajo mi pasión.

Entre drama y comedia
he llegado trovando
a la edad media;
torpe, pero sincero,
aún no soy caballero
(y que el cielo
me libre de cordura)
No me embriaga la altura
ni me aburren los sueños;
no es por moda que estallo
y que me empeño.
El amor sigue en brete
y el camino a machete,
más no lloro por tal
ni me amilano,
si conservo mis manos,
mi sudor y el humano corazón.